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Persona(je) de la especie humana,que intenta ser feliz, bípedo que camina erguido, con dos agujeros en la nariz, y cerebro de capacidad ilimitada( aunque como toda mi especie mal utilizada)

domingo, 4 de enero de 2009

MASAJE EN DONOSTI


En un par de días que tuve libre me relaje pero ya me había contagiado el acelere de la mayoría de la gente que anda por el centro de Pamplona. Y sin necesidad. Pensé en mimarme un poco. Una buena sesión de masajes podría ser. Busqué en la guía de servicios del “Ámbito Financiero“jeje... Me sorprendió una página entera. Comencé a buscar. “... Dos bebotas te hacen la fiestita....” “...pelirroja infartante...! Y seguían. No. No era eso lo que buscaba. Ya había experimentado esto, “como todo el mundo no sean ustedes hipócritas“, con muchachas de ojos tristes y sonrisa aburrida. El sabor amargo que dejaba la experiencia no valía la pena. De pronto, un aviso distinto llamó mi atención. Masajes ayurvédicos. Parecía interesante. Y una dirección en internet. Entre a un ciber ya que estaba en el centro de Pamplona, y la miré. Una mujer joven de rostro exótico me sonreía en la hoja principal. La página estaba muy bien hecha.

Estaba escriba en primera persona y autopromocionaba su sistema de masajes. “..Me mato ...... un servicio único por día......” Y así. El texto era muy claro en muchos aspectos, técnicas, etc. Y sutilmente confuso en otros. De que tipo de masajes exactamente se trataba? Me causó gracia un capítulo dedicado a las cartas de pacientes satisfechos. Había uno de un fulano. Se me ocurrió que serían inventados, y que eligieron algún lugar mas o menos lejano. . Con bastantes errores de redacción.
Además, había de un turista extranjero. Luego de conocer el Lugar de ELLA comprobaría que eran reales y que inclusive se quedaban cortos en sus elogios. La página sugería, con poca sutileza, que ese era el nivel habitual de la clientela. Me olvidé del asunto. Más tarde, entré nuevamente a internet a revisar mi correo . Y vino a mi memoria la dirección electrónica de los masajes. Que casualidad. Entonces, sin pensarlo demasiado, escribí por un turno. Solicité una sesión Premium, que recordaba que era
a cuatro manos. Me contestaron rápidamente. Pero nada de Premium. Me ofrecían una sesión inicial extendida. Entonces más me interesó e intrigó el asunto. Esto era de un costo menor. De que se trataría en realidad? Acepté.
Al día siguiente, mientras me duchaba para ir, toda la paranoia de la inseguridad se hizo presente. Tomé las precauciones habituales. Dejé todas las tarjetas de crédito y el dinero de mi billetera. Solo conservé el DNI y algo más del importe de la sesión. Lo llamé a un compañero para avisarle. Si no te llamé en dos horas, mándame la caballería.... le dije entre risas.
Y salí hacia la otra ciudad
Llegué al lugar bastante nervioso. . El edificio era de categoría. Al menos esto era tranquilizador. El primer encuentro fue bastante decepcionante. Bajó a abrir una muchacha menudita. Me parecía que su mirada era algo tímida y que estaba algo incómoda. No me di cuenta que era la misma de la fotografía era ELLA, hasta que conversamos un rato. Cuando entramos al piso comencé a tranquilizarme. Era un lugar luminoso y cálido. Unos blancos sillones y algunos adornos de buen gusto, junto a una gran mesa, conformaban el living. ELLA, sentada en un extremo del sillón parecía una figura diminuta. Conversamos un rato. Quería saber que era lo que andaba buscando y lo averiguaba con habilidad y discreción. Me explicó acerca de la armonización, los chakras y cosas así. Le conté algo acerca de mi gemelo dolorido.

Me mostró, con orgullo de propietaria, las instalaciones. Una habitación con un gran futón que ocupaba casi todo el espacio me cautivó. Luego me llevó a otro salón con una camilla especializada. Ver que era de madera clara y maciza me agradó. Es realmente cómodo para recibir un masaje.
El desvestirme ante una desconocida siempre fue algo normal para mi, aunque esta vez estaba un poco nervioso. Me dijo: Puede quedarse en ropa interior o sin ella es libre. Elegí la libertad, aunque a decir verdad, ELLA, me generaba un sentimiento de incomodidad difícil de superar. Comenzó su masaje, mis temores comenzaron a disolverse. ELLA sabía lo que hacía. Una charla no demasiado entusiasta acompañaba la sesión. Me pareció que me contestaba por cortesía, pero que prefería el silencio. Ahora me sentía cada vez mas cómodo y relajado. Y empecé a disfrutarlo. A medida que la sesión avanzaba comencé a sentir que perdía la noción del tiempo. Una sensación nueva y extraña. Era como estar dormido

pero totalmente despierto a la vez. Y una profunda sensación de liviandad. Ignoro cuanto duró esto. Lo último que recuerdo son agradables masajes en el pecho. Y debo haberme dormido profundamente. Me despertó ELLA suavemente. Verdaderamente, aquella muchacha irradiaba paz y calidez. Me hubiera quedado así todo el día. Me vestí, le pagué, y charlamos unos minutos antes de irme. Ahora la notaba distinta. Su sonrisa más cálida. Su mirada más brillante.
El bienestar que me produjo se prolongó los días siguientes. Seguí con mis cosas. Sentí ganas de repetir la experiencia . La visión de aquel salón con el gran futòn, y el ambiente de encanto y misterio que lo envolvía venían una y otra vez a mi conciencia, a todas horas del día.
Volví a pedirle un horario para aquella sesión Premium que había requerido la primera vez. Esta vez accedió. Coordinamos el horario.
Ya mucho más relajado, toqué nuevamente el timbre, un poco atrasado . Otra vez bajó ELLA a abrirme. Sutiles cambios se habían producido. La severa chaqueta blanca del primer día, que le daba ese aire doctoral que marcaba barreras, ahora había sido reemplazada por una blusa de exquisito buen gusto, que insinuaba unos pechos plenos y rotundos que no había advertido la primera vez. Traté de reprimir la sensación de erotismo que su presencia irradiaba. Volví a percibir en ELLA una sensación de incomodidad. Algo en mi actitud la estaría incomodando? Llegué a la conclusión que debía ser yo el de la sensación. Nuevamente en el living luminoso, parecía que todos los ruidos, las tensiones, los apuros quedaban atrás. Una paz me invadía nuevamente. Un libro de ayurveda sobre la mesa parecía la lectura que estaba leyendo ELLA. Me presentó a su hermana y asistente. Otra muchacha agradable.
Me condujo a la habitación que había excitado mi imaginación el primer día. Todo en ella, los olores, la iluminación, la música, era atractivo e irradiaba un encanto distinto. Esto de recibir un masaje de dos masajistas a la vez era una experiencia nueva para mi. Mientras me desvestía, otra vez increible pero cierto la vieja sensación de incomodidad ante mi propia desnudez volvió a invadirme. Pero ya estaba allí. Imposible retroceder.
Me sorprendió que iniciáramos esta sesión boca arriba. No es lo habitual. Pero ELLA imponía su autoridad con voz suave pero enérgica a la vez. No me animé a iniciar ninguna conversación. Me parecía que esto debía ser disfrutado en silencio. ELLA, detrás de mío comenzó a trabajar sobre mi cabeza rapada. Su hermana sobre mis pies. Mil sensaciones, todas placenteras comenzaron a atravesarme. Me sentía excitado y me avergonzaba la posibilidad que se notara. Por suerte, a poco de empezar, sentí que la asistente me cubría con una toalla. Una vez mas, lentamente, comencé a perder conciencia del paso del tiempo. Decidí que debía entregarme totalmente a esas cuatro manos que generaban tan deliciosas sensaciones. Alcanzaba a notar la diferencia de estilos. El masaje de ELLA irradiaba un aire mas calmo y sereno que el de su hermana. Pero, igualmente, el placer era inenarrable. En un momento sentí el roce de unos cabellos sobre mis muslos. Traté de reprimir la excitación que esto me produjo. Ojo, me dije a mi mismo, con tu imaginación que se desborda. Acordate que esto es un masaje profesional. Pero luego, no se en que momento y sin darme cuenta, el masaje se hizo mas suave y comencé a percibir el erotismo de la situación. Si bien era fruto de mi imaginación, esto en parte también era por el exquisito tratamiento que estaba recibiendo. Entonces no necesitaba seguir reprimiéndome. Solo debía dejarme llevar. Era tan intenso el placer que sentía la imperiosa necesidad de devolver algo de lo que estaba recibiendo. No me animaba a mover mis manos, reposando en el futón. Hubiera querido acariciar esos brazos y esas manos que tanto goce me brindaban. Me anime apenas a rozar un muslo, pudorosamente protegido por un par de pantalones. Ya no se de cual de las dos muchachas. Y pude tocar un brazo, cálido y fuerte. Alguna de las manos tomo la mía. Es la caricia mas bella que he vivido en mucho tiempo. La intensidad de mi propia sensibilidad me sorprendió. Después de mucho tiempo me sentía nuevamente joven.
Salí de allí sin saber en que términos decir gracias. Me pareció que una propina era ofensiva y rompía el encanto de lo que había vivido. Después me arrepentí por que a ese nivel lo hubieran tomado como un reconocimiento de mi parte a la sesión que me realizaron. No se si aquellas hermanas tendrían conciencia de cuanto me han brindado en esas horas mágicas.
Me marche de allí y proseguí con mi vida y decidí mardarle este relato en señal de agradecimiento a veces me paro ha pensar que estará en su ciudad cerca de su mar y pienso. Será una mujer feliz? Probablemente, nunca llegue yo a saberlo.(aunque si que lo supe mas tarde)
RESPUESTA DE ELLA A MI RELATO...........
Je je . Por un lado aprecio muchísimo tu sinceridad de comentarme tus imaginarios temores, pero jamás se me ocurrió que alguien pudiera tener tanto miedo de venir al Lugar de ELLA. Muchas, muchas gracias por el extenso y original cuento que escribiste. Lo que mas me llega es la dedicación que le pusiste y de que te acuerdes hasta de los mas mínimos detalles. Y si te tengo que contestar tu pregunta sobre si soy una mujer feliz, te digo que no siempre lo fui, pero ahora con mis 30 años, sí puedo decirte que soy plenamente feliz y casi todos los días estoy contenta y alegre de mi vida y de mi profesión. Vivo con mucha paz que vos con tu sensibilidad pudiste percibir. Me encanta que te hayas hecho esta pregunta.
Bueno señor del relato mas lindo que recibí, espero que todo salga bien y cultives tu sensibilidad y paz.
Y que sepas que esto que escribiste es una de las cosas que me ayudan a continuar, ha sido un homenaje para mi
Muchísimas gracias otra vez
ALGUN DIA CONTARE LO QUE SIGUE, PORQUE SI QUE SIGUIO, EN FIN PERO ESO YA ES OTRA HISTORIA

4 comentarios:

  1. En su día te dije que este relato me encantaba y lo sigo pensando, cuánto más lo leo más me gusta..me darás un masaje de esos algún día??
    Besos muy dulces...

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  2. la verdad me dejo como decirte un poco atontada,pero si realmente llegara a ser cierto esto espero que haya sido una experiencia inolvidable,en fin.......muy tierno besos.

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  3. Hola Edu..soy Majo de argentina...me encantó como relataste esa vivencia, con todos los detalles, se ve que disfrutaste muchisimo de ese masaje..y te digo que es así..con mi experiencia como masoterapeuta, mucha gente llega con eso..."de que se tratará el masaje"..pero salen totalmente relajados y con ganas de volver, porque en esa hora y media que dura, se olvidan de todo lo que exsite fuera de esa sala..
    Te mando un beso enorme, tu amiga..Majo

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  4. Por favor.... para quienes buscamos lo mismo... ese templo de relajación y esa sacerdotisa del placer, deben ser publicitados...

    YO QUIERO IR

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